El equipo de Fernando Latorre llegaba a Pontevedra ilusionado tras la importante victoria de la primera jornada, pero las bajas y los desaciertos le impedían sacar nada positivo de tan largo desplazamiento.
El partido se iniciaba de la mejor de las maneras y pronto se lograba una ventaja de 3 goles que se iría administrando en los primeros minutos, Roberto volvía a estar pletórico bajo palos y la defensa se crecía y ponía muchas dificultades al ataque local. Pero a los diez minutos los pontevedreses reaccionarían y lograrían empatar para mantener el encuentro igualado hasta el descanso y llegar con un 15 a 15 en el electrónico.
En la salida tras el descanso, parecía que los benidormenses querían cerrar por la vía rápida el partido y lograban un 0 a 3 de parcial, pero tan solo era un espejismo. En ese momento hacia su aparición el es portero benidormense, Roney Franzini, que se hacia cada vez más grande bajo palos llegando a un 41% de efectividad. Los nuestros no encontraban el camino y se estrellaban contra el equipo local, donde además destacaban Chan y Cavalcanti que hacían mucho daño. La falta de rotación con las bajas de Iker y Colo tampoco ayudaron en el tramo final y el equipo caía por 31 a 28.